Lluvia cae en lujurioso frenesí,
húmeda y fría se desliza en mí,
gotas que juguetean delirantes,
como si fuéramos amantes,
me afloran rotos pensamientos,
mojando el papel de sentimientos,
éxtasis de ideas grises,
feroces tigres,
que devoran capas de pintura aňeja,
mi alma se enjaula tras la reja,
que me esconda de la fatal lluvia,
hasta encontrar deshumificador tranvía,
que evapore esta maldita humedad,
pero mi alma es un huracán de necedad.